Con la llegada del verano, la costa gaditana vuelve a vestirse de luz y sabor. En el corazón de la playa de La Fontanilla, en Conil de la Frontera, emerge este 2024 un nuevo referente de la restauración costera andaluza: Daia Beach, el sofisticado beach club del hotel solo para adultos Daia Slow Beach Hotel Conil, ubicado a escasos 500 metros del mar.
Diseñado para integrarse de forma armónica con el entorno, Daia Beach apuesta por una arquitectura inspirada en la naturaleza. Su estructura en forma de media luna recuerda a las conchas marinas, mientras que su decoración minimalista, en tonos arena y champán, refuerza el carácter slow del lugar: un refugio de desconexión, hedonismo consciente y disfrute frente al mar.
Este oasis frente al Atlántico convierte cada visita en un viaje sensorial, donde el paisaje, los sabores y la banda sonora de las olas se entrelazan. La propuesta gastronómica de Daia Beach está firmada por dos referentes de la cocina andaluza: Julio Fernández, chef con estrella Michelin al frente de Abantal (Sevilla), y Carlos Navarro, experto en el arte del atún rojo de almadraba y reciente subcampeón de los Japanese Culinary Arts Awards.
Juntos han creado una carta que rinde homenaje a la tradición del sur con una mirada moderna y sostenible. Entre los imprescindibles, platos como la ensaladilla de vegetales orgánicos y gambita de lonja, croquetas de carrillera ibérica, boquerones en adobo o gazpacho de verduras asadas con mojama de Barbate. La sección de arroces, todo un guiño al clásico chiringuito andaluz, ofrece propuestas como el arroz negro de calamar y rape con alcachofas y limón, o el arroz meloso de bogavante y gambas.
El producto local es el pilar de la filosofía culinaria de Daia Beach. Más de 25 proveedores de cercanía surten su cocina con ingredientes frescos y de temporada. Especial protagonismo tiene el atún rojo, servido en distintas versiones desde el exclusivo Tuna Bar, con propuestas como la ventresca ahumada en madera de cerezo o los dados de akami con pipirrana japonesa.
El capítulo dulce lleva el sello de David Gil, referente en la alta pastelería española, con creaciones como la torta Irene Rosales con helado de queso payoyo o el tocinillo de cielo al jerez. Todo ello maridado con una selecta bodega que apuesta por vinos sostenibles, de origen gaditano o biodinámicos como el cava De Nit de Raventós i Blanc o el champagne ecológico Latitude de Larmandier-Bernier.
Daia Beach es más que un restaurante frente al mar: es una declaración de intenciones. Un espacio que celebra el verano, la cocina honesta, el respeto por la tierra y el arte de vivir despacio. Un nuevo epicentro gastronómico en la costa de Cádiz al que sin duda volverás.